-Sabes, algún día me voy a tatuar “el sonido del silencio” en el antebrazo
-¿Por la canción?
-¿Esa es una canción?
-…
-¿Qué?
-Vamos, te voy a llevar a casa
-Olvidé mis llaves
-Entonces brincaremos a través de la barda. O esperaremos a que amanezca y alguien nos abra la puerta.
-Está bien
-Me gusta ver la TV por la noche. Y tus ojos brillan más que la jodida y mediocre lluvia de estrellas, el pretexto que encontré para poder sacarte después de las 10 pm. a solas (Lo pensé, pero jamás lo dije)